El 1 de enero de 2026 cambia el sistema de cálculo de las pensiones para todas las personas que accedan a esta prestación tras finalizar su vida laboral. El nuevo modelo se implantará de forma progresiva y afectará a todos los que se jubilen a partir del próximo año.
Hasta el momento, el cálculo de la pensión se basa en las últimas 300 mensualidades cotizadas, es decir, los ingresos mensuales recibidos durante los últimos 25 años de vida laboral.
El nuevo modelo de cálculo amplía el periodo de años que se toman como referencia para el cálculo de la pensión, pero se hará de una forma progresiva.
Así, en 2026 se implantará un sistema dual, de forma que se podrá elegir entre mantener el cálculo actual de 25 años o pasar a un modelo de 29 años descartando los dos peores, lo que en la práctica supone fijar las pensiones en función de los ingresos mensuales obtenidos durante 27 años de vida laboral.
Cada pensionista podrá elegir la opción más favorable para sus intereses y que genere por tanto unos mayores ingresos mensuales durante la jubilación. De forma automática, la Seguridad Social ofrecerá la que suponga un mejor resultado.
Hasta 2040 podrá elegirse entre esta opción y los últimos 25 años, mientras que entre 2041 y 2043 la opción de 25 años irá subiendo a razón de seis meses por año, desde 25,5 años en 2040 a 26,5 años en 2043, pudiendo elegirse entre este periodo o los 29 años (menos los dos peores). Desde 2044, la fórmula única será la de los 29 años menos los 2 peores (324 bases).
Esta reforma pretende favorecer a trabajadores con trayectorias intermitentes, desempleo o lagunas de cotización, ya que podrán descartar los dos peores años. A su vez, los que han tenido una base estable no se verán perjudicados porque el sistema elige la opción más favorable.
