Ismael Jordi está con su gente cuando regresa a Sevilla.
Ismael Jordi está en casa cuando se sube al escenario del Teatro de la Maestranza. Un lugar donde el tenor se siente arropado por su gente, por esa Sevilla que le vio crecer y que siempre ha sido su fuente de inspiración. Criado bajo la tutela del inolvidable Alfredo Kraus, Ismael ha logrado alcanzar las alturas soñadas por su maestro, convirtiéndose en uno de los tenores más destacados de la escena internacional. Sin embargo, a pesar de su enorme éxito, nunca olvida sus raíces. Siempre ha mantenido su conexión con Andalucía, un vínculo que se manifiesta cada vez que regresa a su tierra para compartir con su público la emoción de su voz.
En esta ocasión, Ismael Jordi ofrecerá un recital muy especial acompañado por el pianista Rubén Fernández Aguirre. Una velada que promete estar llena de emoción y belleza, donde el tenor brindará al público una interpretación única de ¡Sevilla!, un tributo a la ciudad que le ha dado tanto. A lo largo de su carrera, su voz ha dejado huella en títulos emblemáticos como L’elisir d’amore, Rigoletto y Lucia di Lammermoor, pero en este recital, Ismael nos invita a disfrutar de su arte más cercano, más personal, más enraizado en el corazón de la ciudad que lo vio nacer como artista.
La trayectoria de Ismael Jordi es la de un verdadero corredor de fondo, un cantante que ha trabajado con tesón y dedicación para transformar el prodigio de su garganta en uno de los más bellos instrumentos de la lírica. Su elegancia y respeto por el público son marcas inconfundibles de un artista que sabe que, más allá de las grandes ovaciones, el verdadero éxito está en compartir la emoción de la música con quienes le escuchan.
En este recital, el público podrá disfrutar de un repertorio selecto que incluye canciones de compositores como Manuel García, Isidoro Hernández y Joaquín Turina, así como romanzas de zarzuela y arias de óperas vinculadas a Sevilla. Cada nota, cada frase, llevará consigo el alma de un artista que, con humildad y pasión, ha logrado alcanzar el sueño de todos los grandes: el de convertirse en un mito de la música clásica. Una velada para sentir, vibrar y recordar por qué Ismael Jordi es, ante todo, un cantante que no olvida nunca su tierra, su gente, y su arte.
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